El martes 27 de mayo pudimos realizar la jornada medioambiental. Salimos muy contentos del colegio.
Nos bajamos del autobús en Sonabia, donde vive nuestro compañero Iker, y nos dirigimos a la hermita. Allí Javier nos habló de que ibámos a entrar en contacto con la naturaleza por lo que debíamos hablar sin gritar para no asustar a los animales y respetar las plantas, incluso nos mostró un cartel que así lo indicaba.
Vimos una encina de más de cien años y dos percherones, el potro tenía unos dos años. Siguiendo por el camino encontramos un huerto con varios cultivos.
Más adelante nos sentamos frente a Cabo cebollero, que tiene forma de ballena. Allí Javier nos contó una historia que ocurrió hace unos quince años sobre una ballena que varó en la playa de Oriñón. La gente después de mucho esfuerzo consiguió que saliese al mar, pero al día siguiente apareció muerta. Se la llevaron a Santander y cuando la abrieron descubrieron en su estómago muchos plásticos y redes que le habían ocasionado la muerte.
Hemos de tomar conciencia de que nuestros actos tienen consecuencias.
En el mismo lugar miramos hacía la montaña y Javier nos mostró los ojos que nos vigilinan para que cuidemos la naturaleza. Si lo hacemos bien nos guiña uno. Nosotros practicamos un poco el hacer guiños.
Continuamos el paseo, vimos una casa con flores preciosas y llegamos al observatorio de aves. Lo primero que hicimos fue comer el bocadillo para reponer fuerzas, después Javier nos mostró anillas y números que ponen a las aves para localizarlas y observamos los buitres.
Cuando terminamos bajamos a la playa y nos subimos a una duna repetidamente. Resultó muy divertido, a todos nos gustó resvalar de diversas formas por la cara de la duna.
Recogimos nuestras cosas y nos dirigimos a Sonabia por otro camino para coger el autobús, pero antes de subir tiramos la bolsa con los envases de la comida al contenedor correspondiente para reciclar.
Ha resultado una experiencia que ha muchos nos gustaría repetir.
El último taller de experimentos que hemos realizado en el aula de 4 años trataba sobre la energía eólica.
Han intentado mover los objetos que aparecen en su hoja (pluma, cuaderno, molinillo, tapón, caja y pelota) de cuatro formas diferentes: soplando con la boca, soplando con una pajita, dando aire con un abanico y con un secador de pelo. Después han rodeado cada objeto del color del cuadrado donde está una foto del modo como han conseguido moverlo. A continuación han construido un barco de vela y han soplado uno, que estaba sobre un barreño con agua, comprobando como se desplazaba.
La idea de estas actividades está tomada de un cuaderno de la Editorial Casals.
El lunes 12 de mayo hemos realizado una salida al "Huerto Escolar", situado detrás de la Residencia de Mayores. Nos recibió Dani y Cristina nos habló de lo necesario para el cultivo: lo primero es la tierra y esta se ha de remover con un rotabatos, después se ha de abonar, a continuación se siembra y por último se riega.
Nos explicaron que alrededor de los cultivos ponen hierbas olorosas como la menta que atraen a los insectos y estos, de esta forma no atacan a las otras plantas. En otros cultivos ponen hierbas que huelen mal como los cebollinos para que los insectos no se acerquen al resto de las plantas.
Vimos cuatro tipos de lechugas. Algunas habas tenían pulgones y las mariquitas se encargaban de ellos. Había simientes de tomates y nos dijeron que en el verano se podrían recoger ya rojos.
Encontramos escarabajos verdes, otros negros, caracoles, mariquitas, gusanos...
Realizamos un juego: por parejas buscamos una tarjeta igual a la que nos habían dado con la foto de un producto del huerto (berengenas, cebollas, judías verdes...), seguidamente cogimos caracoles, vimos plantas de fresas con los frutos aún verdes, sembramos pimientos en una maceta y los regamos. Nos aconsejaron que echemos un poco de agua cada día a la tierra de la maceta para que se desarrolle la semilla y salga la planta.
Hemos aprendido mucho en esta experiencia sobre la huerta y los cultivos ecológicos.
